ACCIONA SE OFRECE A REGENERAR PORTMÁN A COSTE CERO A CAMBIO DEL HIERRO DE LOS ESTÉRILES

La firma podría lograr hasta 60 millones de euros vendiendo al mercado asiático el mineral extraído de 4,8 millones de metros cúbicos de vertidos.

Un nuevo proyecto encima de la mesa para regenerar Portmán y –acaso– el más ambicioso y con más probabilidades de salir adelante por su naturaleza. Veintitrés años después de que la multinacional Peñarroya finalizara el vertido de estériles a la bahía, considerada una de las más bellas del Mediterráneo, surge una nueva propuesta para retirar los depósitos de mineral.

La diferencia es que ahora no parte de la iniciativa pública, sino privada. Concretamente de una Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por la española Acciona y la multinacional minera Aria, radicada en Hamburgo. La solicitud y el anteproyecto fueron registrados el viernes en la Dirección General de Industria, Energía y Minas de la Comunidad Autónoma y en la Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y el Mar del Ministerio de Medio Ambiente. En resumen, lo que pide la UTE es que el Ministerio le otorgue una concesión administrativa para dragar gran parte de los estériles, secarlos, extraer el mineral de hierro que contienen y transportarlo desde Escombreras a los mercados asiáticos. Así, en un período de cinco años, la bahía recuperaría casi en un 80% la línea de costa de 1957. Y sin coste alguno para las maltrechas arcas públicas.

Acciona-Aria ha venido desarrollado en los últimos meses un intenso trabajo de campo en la propia bahía. A una tomografía eléctrica para distinguir el contenido de mineral de hierro a distintas profundidades, han seguido catas y sondeos. La conclusión a la que ha llegado, de acuerdo con los análisis efectuados durante este tiempo a más de 20 toneladas de estériles, es que es rentable extraer la magnetita y la siderita que contienen. La magnetita, con un 72 %, es el mineral metálico con más cantidad de hierro, por encima de la siderita y la pirita. Según los estudios realizados por la UTE, la pureza y la cantidad que contienen los estériles son suficientes como para laborearlos y venderlos en los mercados asiáticos, que necesitan materia prima incluso de fuera de sus territorios para sostener su ritmo de crecimiento económico.

Dentro de la UTE, según el anteproyecto, Aria «se encarga de la financiación» y Acciona de la «ejecución del dragado». La empresa minera se hace cargo, además, de «la planta de tratamiento, la producción y la distribución del concentrado de hierro en los mercados internacionales». El transporte del mineral, «por camiones al puerto de Escombreras», correría cargo de la compañía española.

La propuesta estima una explotación a lo largo de cinco años, para recuperar un total 12,5 millones de toneladas de estériles. Si el retranqueo respecto a la línea de playa era de 250 metros en el último proyecto barajado por el Ministerio, ahora se pasaría prácticamente a los 700 metros de 1957, salvo en una franja al noreste de la bahía (un 20 % del total), que quedaría sellada como zona verde.

En cuanto a la viabilidad económica, el anteproyecto considera que «asumiendo un dragado de 4,8 millones de metros cúbicos de mineral neto en cinco años, el precio del hierro podría valorarse entre 55 y 60 millones de euros», si se recupera magnetita con un 60 % de ley. En caso de recuperar también «un producto vendible de siderita», de 38-42 % de ley, la cifra podría ascender a «60-66 millones de euros».

Sobre los costes, «contempla una ejecución material con inversión inicial estimada entre 15 y 20 millones de euros» y una operación «que rondaría entre los 15 y los 20 millones de euros por año», en función de la complejidad de la planta de tratamiento. Esta instalación, una vez secados los estériles, mediante un sistema de electroimanes, retendría el mineral de hierro y los prepararía para su transporte a los grandes navieros atracados en Escombreras.

Una vez formalizada la solicitud, la UTE se fija como objetivo presentar el proyecto definitivo de explotación en julio. Entre agosto y septiembre se consultaría con las autoridades la aplicación del proyecto y articularía su ejecución. En octubre, se presentaría la ingeniería de detalle y en enero de 2014 estaría previsto «el comienzo de los trabajos, con una creación estimada de 400 ó 500 puestos de trabajo».

La solicitud oficial del otorgamiento a Acciona-Aria de una concesión administrativa para la explotación de los residuos mineros de la bahía de Portmán ha sido el punto y seguido de una primera fase de conversaciones entre la UTE, el Ayuntamiento de La Unión, la Dirección General de Industria, Energía y Minas de la Comunidad Autónoma, y distintos organismos del Ministerio de Medio Ambiente.

Se abrirá un concurso

Los detalles antes de la presentación del anteproyecto se han ultimado en esta última semana en Madrid, en reuniones bilaterales y multilaterales. En todas ellas ha participado el alcalde de La Unión, Francisco Bernabé, quien ha dado a conocer que, pese a «la seriedad y viabilidad» que transmiten los representantes de la UTE, «el Ministerio ha decidido que abrirá un concurso de concurrencia libre para otorgar la concesión». Esto significa que la solicitud de la UTE Acciona-Aria va a ser tenida en cuenta, «por supuesto, pero dentro de una convocatoria abierta a otros posibles interesados», aseguró Bernabé.

De hecho, el primer edil reconoció que una consultora externa «está realizando catas en la bahía para ofrecer esta posibilidad de negocio a otros inversores». El director de la Demarcación de Costas del Estado en la Región, Andrés Martínez, confirmó este extremo y afirmó que «tanto antes Acciona como ahora esta consultora han solicitado los pertinentes permisos». ‘La Verdad’ comprobó esta semana en la propia bahía que se estaban llevando a cabo trabajos de cata.

Según Bernabé, la intención del Ministerio es acelerar los trámites para que la concesión pueda licitarse «cuanto antes», aunque, matizó, «por muy rápido que se vaya, los trabajos no comenzarían hasta ya entrado 2014». De salir adelante este proyecto, Bernabé considera que «también habría un adelanto de trabajo y ahorro de dinero para la concesión del futuro puerto deportivo-pesquero».

Peñarroya no laboreó el hierro

Desde julio de 1957 a marzo de 1990, Peñarroya –que no laboreó el hierro, sino que se centró en el plomo y el zinc– vertió casi 50 millones de toneladas de residuos mineros al mar. Las corrientes condujeron los lodos hacia la bahía y provocaron que poco a poco se fuese colmatando. En total, los estériles se posaron sobre ocho kilómetros cuadrados de la plataforma continental, hasta una profundidad de 150 metros. La instantánea más sobrecogedora de aquellos años fue la modificación de la línea de costa, que se alejó.

Los vertidos siempre fueron autorizados por el Estado. Incluso la Unión Europea concluyó en el año 2003, en referencia a la posible responsabilidad de Portmán Golf, empresa que adquirió las propiedades y concesiones a Peñarroya, que desde el punto de vista jurídico se trataba de «un vertido antiguo, al que el Derecho comunitario no es aplicable y no existe, por tanto, infracción.